domingo, 10 de febrero de 2013

Literatura y compromiso: ¿Cuál es la función de la primera respecto a las urgencias del segundo?

Antonio Muñoz Molina recibe hoy el premio Jerusalen de manos de Benjamín Netanyahu. La aceptación de este galardón ha suscitado una controversia que nos recuerda a la de Javier Marías al no aceptar otro  premio recientemente.

Recordemos  Sefarad con las palabras de un anciano que recuerda sus experiencias como teniente de la División Azul, durante el sitio de Leningrado: "me parece que los veo a todos, uno por uno, que se me quedan mirando como aquel judío de las gafas de pinza y me hablan, me dicen que si yo estoy vivo tengo la obligación de hablar por ellos, tengo que contar lo que les hicieron, no puedo quedarme sin hacer nada y dejar que les olviden, y que se pierda del todo lo poco que va quedando de ellos. No quedará nada cuando se haya extinguido mi generación, nadie que se acuerde, a no ser que algunos de vosotros repitáis lo que os hemos contado” (capítulo 15). ¿Qué piensas?

1 comentario:

  1. El premio Jerusalen parece tener siempre polémica ya que muchos intelectuales piensan que aquellos galardonados que aceptan el premio apoyan, ya sea directa o indirectamente, a la "ocupación" judía en territorios antiguamente palestinos. Pero yo creo que un escritor hace un trabajo y si es premiado por ese trabajo, debería aceptarlo (por supuesto, dentro de unos límites: si le dan un premio un país con una dictadura, por ejemplo, no vería correcto que lo aceptara) sin entrar en debates externos al escritor y sin crear más problemas de los que podría haber.

    Javier Calderón, 1º Bachillerato D

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